No amo mi patria.
Su fulgor abstracto
es inasible.
Pero (aunque suene mal)
daría la vida
por diez lugares suyos,
cierta gente,
puertos, bosques de pinos,
fortalezas,
una ciudad deshecha,
gris monstruosa,
varias figuras de su historia,
montañas
—y tres o cuatro ríos.
En Alta traición. Antología poética, sel. y pról. de José María Guelbenzu, Alianza, Madrid, 1985.
por alto que esté el cielo en el mundo... por hondo que sea el mar profundo...
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