28 de enero de 2012

Soneto con Variante por Federico García Lorca

SONETO DE LA DULCE QUEJA


Tengo miedo a peder la maravilla
de tus ojos de estatua y el acento
que me pone de noche en la mejilla
la solitaria rosa de tu aliento.

Tengo pena de ser en esta orilla
tronco sin ramas, y lo que más siento
es no tener la flor, pulpa o arcilla,
para el gusano de mi sufrimiento.

Si tú eres el tesoro oculto mío,
si eres mi cruz y mi dolor mojado,
si soy el perro de tu señorío,

no me dejes perder lo que he ganado
y decora las aguas de tu río
con hojas de mi Otoño enajenado.


VARIANTE


No me dejes perder la maravilla
de tus ojos de estatua ni el acento
que de noche me pone en la mejilla
la solitaria rosa de tu aliento.

Tengo miedo de ser en esta orilla
tronco sin ramas, y lo que más siento
es no tener la flor, pulpa o arcilla
para el gusano de mi sufrimiento.

Si tú eres el tesoro oculto mío,
si eres mi cruz y mi dolor mojado,
si soy el perro de tu señorío,

no me dejes perder lo que he ganado
y decora las aguas de tu río
con hojas de mi Otoño enajenado.


En Sonetos, dentro de Obras Completas VI, ed. de Miguel García-Posada, RBA Editores, Barcelona, 1998.

23 de enero de 2012

Ulalume/Tacto

CUERPO ENTERO

Separar el tacto de las manos
hacia un repertorio disidente
de ejercicios de menos

Tocar sólo tu voz
Después: sólo tu olor
Después: sólo tu luz

Después:
lo inacabado en tu presencia
un desconocimiento

Y volver a calzarme el tacto
para tocar tu cuerpo
para tocar en tu desnudo
lo desnudo también de desnudez

En Apariciones/Desapariciones (1976-1979), dentro de Plagio II, Joaquín Mortiz, México, 1980.

18 de enero de 2012

De amor y calles en un soneto de Eliseo Diego...

A MIS CALLES DE LA HABANA

A Bella


Calles de la Concordia y la Amargura,
de Peña Pobre y Soledad, urgidas
de cal y brusco sol, donde perdidas
colmáronme las horas la estatura;
hermanas todas de la calle pura,
la más feliz de cuantas ya son idas
en Roma y Cuzco y las demás que olvidas
tan pronto tú, memoria eterna, oscura;
es a vosotras que agradezco el día
que dio lumbre a la joven que es ahora
la mejor parte de la vida mía;
y aunque el vago crepúsculo desdora
vuestros muros y ya la tarde es fría,
mi lucecilla os salva y enamora.


En Poesía y prosa selectas, sel., pról., cronología y bibliografía de Aramís Quintero, Biblioteca Ayacucho, Caracas, 2004.

14 de enero de 2012

Memorial de la Maligna... Pablo Neruda

AMORES: JOSIE BLISS (I)


Qué fue de la furiosa?
Fue la guerra
quemando
la ciudad dorada
la que la sumergió sin que jamás
ni la amenaza escrita,
ni la blasfemia eléctrica salieran
otra vez a buscarme, a perseguirme
como hace tantos días, allá lejos.
Como hace tantas horas
que una por una hicieron
el tiempo y el olvido
hasta por fin tal vez llamarse muerte,
muerte, mala palabra, tierra negra
en la que Josie Bliss
descansará iracunda.

Contaría agregando
a mis años ausentes
arruga tras arruga, que en su rostro
tal vez cayeron por dolores míos:
porque a través del mundo me esperaba.
Yo no llegué jamás, pero en las copas
vacías,
en el comedor muerto
tal vez se consumía mi silencio,
mis más lejanos pasos,
y ella tal vez hasta morir me vio
como detrás del agua,
como si yo nadara hecho de vidrio,
de torpes movimientos,
y no pudiera asirme
y me perdiera
cada día, en la pálida laguna
donde quedó prendida su mirada.
Hasta que ya cerró los ojos
cuándo?
hasta que tiempo y muerte la cubrieron
cuándo?
hasta que odio y amor se la llevaron
dónde?
Hasta que ya la que me amó con furia,
con sangre, con venganza,
con jazmines,
no pudo continuar hablando sola,
mirando la laguna de mi ausencia.

Ahora tal vez
reposa y no reposa
en el gran cementerio de Rangoon.
O tal vez a la orilla
del Irrawadhy quemaron su cuerpo
toda una tarde, mientras
el río murmuraba
lo que llorando yo le hubiera dicho.


En Antología General, edición conmemorativa a cargo de la Real Academia Española y la Asociación de Academias de la Lengua Española, Alfaguara, Perú, 2010.

9 de enero de 2012

Ojos claros. Tormentos rabiosos. El madrigal de Cetina

      Ojos claros, serenos,
si de un dulce mirar sois alabados,
¿por qué si me miráis, miráis airados?
      Si quanto más piadosos
más bellos parecéis a aquél que os mira,
      no me miréis con ira
porque no parezcáis menos hermosos.

      ¡Ay, tormentos rabiosos!
      Ojos claros, serenos,
ya que así me miráis, miradme al menos.

En Flores de varia poesía, pról., ed. crítica e índices de Margarita Peña, Secretaría de Educación Pública, México, [Edición del V Centenario del Encuentro de Dos Mundos], 1987.

5 de enero de 2012

Un poema de Apollinaire y tres traductores (más uno) mexicanos de orígenes disímbolos

LE PONT MIRABEAU


Sous le pont Mirabeau coule la Seine
Et nos amours
Faut-il qu'il m'en souvienne
La joie venait toujours après la peine

Vienne la nuit sonne l'heure
Les jours s'en vont je demeure

Les mains dans les mains restons face à face
Tandis que sous
Le pont de nos bras passe
Des èternels regards l'onde si lasse

Vienne la nuit sonne l'heure
Les jours s'en vont je demeure

L'amour s'en va comme cette eau courante
L'amour s'en va
Comme la vie est lente
Et comme l'Espérance est violente

Vienne la nuit sonne l'heure
Les jours s'en vont je demeure

Passent les jours et passent les semaines
Ni temps passé
Ni les amours reviennent
Sous le pont Mirabeau coule la Seine

Vienne la nuit sonne l'heure
Les jours s'en vont je demeure


EL PONT MIRABEAU


Bajo el Pont Mirabeau corre el Sena
Y nuestros amores
Para qué recordar
Siempre llega
La alegría después de la pena

Venga la noche suene la hora
Se van los días yo quedo a solas

Frente a frente juntemos las manos
Mientras pasa
Bajo el puente que forman los brazos
De miradas un río cansado

Venga la noche suene la hora
Se van los días yo quedo a solas

Pasan días semanas sin tregua
Ni tiempos ni amores
Pasados regresan
Bajo el Pont Mirabeau corre el Sena

Venga la noche suene la hora
Se van los días yo quedo a solas

Ulalume González de León


EL PUENTE DE MIRABEAU


Bajo el puente pasa el Sena
también pasan mis amores
¿hace falta que me acuerde?
tras el goce va la pena

La noche llega y da la hora
Se va la hora y me abandona

Pongo en tus manos mis manos
y con los brazos formamos
un puente bajo el que pasan
onda mansa las miradas

La noche llega y da la hora
Se va la hora y me abandona

Amor es agua corriente
y como el agua se va
agua de la vida lenta
y la esperanza violenta

La noche llega y da la hora
Se va la hora y me abandona

Pasan días y semanas
pasan y jamás regresan
días semanas amores
bajo el puente pasa el Sena

La noche llega y da la hora
Se va la hora y me abandona

Octavio Paz


EL PUENTE MIRABEAU


Bajo el puente Mirabeau corre el Sena
Y mis recuerdos
¿Debo acordarme?
La alegría venía siempre después de la pena
Venga la noche suene la hora

Los días se van, yo permanezco.
Las manos entre las manos quedan cara a cara
Mientras que debajo del puente mi brazo pasa
Con eternas miradas la ola pasa.
Vengan los días
Venga la hora
Los días se van, yo permanezco.

El amor se va como el agua que corre
El amor se va
Como la vida es lenta
Y como la esperanza es violenta
Venga la noche suene la hora
Los días se van, yo permanezco.
Pasan los días y las semanas
Ni el pasado
Ni los amores vuelven
Bajo el puente Mirabeau
Corre el Sena.

Ramón Xirau


EL PUENTE DE MIRABEAU


Bajo el puente de Mirabeau discurre el Sena
                 Y nuestro amor
    Es preciso que lo recuerde
La alegría llegaba siempre tras la pena 

                 Llega la noche la hora suena
                 Los días pasan yo me quedo

Enlazadas las manos estamos cara a cara
                 Y mientras tanto
     Bajo el puente de nuestros brazos
Pasa la onda mansa de inmortales miradas

                 Llega la noche la hora suena
                 Los días pasan yo me quedo

Amor se va como esta agua corriente
                 Amor se va
      La vida fluye lenta
Y nuestras esperanzas son violentas

                 Llega la noche la hora suena
                 Los días pasan yo me quedo

Pasan los días pasan las semanas
                 Y ni el pasado
      Ni los amores vuelven
Bajo el puente de Mirabeau discurre el Sena

                 Llega la noche la hora suena
                 Los días pasan yo me quedo

                                                                      Agustí Bartra

El texto francés se extrajo de Guillaume Apollinaire, Alcools, edición bilingüe, trad. al inglés de Anne Hyde Greet y pról. de Warren Ramsey, University of California Press-Berkeley and Los Angeles, E.U.A., 1974; y las traducciones de Guillaume Apollinaire, pról., sel. y notas de Ulalume González de León, Universidad Nacional Autónoma de México, México, Material de Lectura, [Serie "Poesía Moderna", no. 103], 1983; Octavio Paz, Versiones y diversiones, Obra Poética II, Círculo de Lectores-Fondo de Cultura Económica, México, 2004; también en "Poetas franceses", notas y trad. de Ramón Xirau, en Revista de la Universidad de México, no. 84 (2011), pp. 5-6; y Apollinaire, Poesía, versiones de Agustí Bartra, Joaquín Mortiz, México, 1967.