si de un dulce mirar sois alabados,
¿por qué si me miráis, miráis airados?
Si quanto más piadosos
más bellos parecéis a aquél que os mira,
no me miréis con ira
porque no parezcáis menos hermosos.
¡Ay, tormentos rabiosos!
Ojos claros, serenos,
ya que así me miráis, miradme al menos.
En Flores de varia poesía, pról., ed. crítica e índices de Margarita Peña, Secretaría de Educación Pública, México, [Edición del V Centenario del Encuentro de Dos Mundos], 1987.
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